viernes, agosto 11, 2006

Capitulo 3, Rayuela, Cortazar

(...)

Salir, hacer, poner al día, no eran cosas que ayudaran a dormirse. Poner al día, vaya expresión. Hacer. Hacer algo, hacer el bien, hacer pis, hacer tiempo, la acción en todas sus barajas. Pero detrás de toda acción había una protesta, porque todo hacer significaba salir de para llegar a, o mover algo para que estuviera aquí y no allí, o entrar en esa casa en vez de no entrar o entrar en la de al lado, es decir que en todo acto había la admisión de una carencia, de algo no hecho todavía y que era posible hacer, la protesta tácita frente a la continua evidencia de la falta, de la merma, de la parvedad del presente. Creer que la acción podía colmar, o que la suma de las acciones podía realmente equivaler a una vida digna de este nombre, era una ilusión de moralista. Valía más renunciar, porque la renuncia a la acción era la protesta misma y no su máscara. Oliveira encendió otro cigarrillo, y su mínimo hacer lo obligó a sonreírse irónicamente y a tomarse el pelo en el acto mismo.

Brillante...

(...)

Era clase media, era porteño, era colegio nacional, y esas cosas no se arreglan así nomás.

*risas*

(...)

A los diez años, una tarde de tíos y pontificantes homilías históricopolíticas a la sombra de unos paraísos, había manifestado tímidamente su primera reacción contra el tan hispanoitaloargentino «¡Se lo digo yo!», acompañado de un puñetazo rotundo que debía servir de ratificación iracunda. Glielo dico io! ¡Se lo digo yo, carajo! Ese yo, había alcanzado a pensar Oliveira, ¿qué valor probatorio tenía? El yo de los grandes, ¿qué omnisciencia conjugaba? A los quince años se había enterado del «sólo sé que no sé nada»; la cicuta concomitante le había parecido inevitable, no se desafía a la gente en esa forma, se lo digo yo. Más tarde le hizo gracia comprobar cómo en las formas superiores de cultura el peso de las autoridades y las influencias, la confianza que dan las buenas lecturas y la inteligencia, producían también su «se lo digo yo»

Socrates con su «Solo se que no se nada», contradiciendo al futuro 'Que se lo digo yo!' que conlleva supuestamente el saberlo todo. Pero a la vez acompañando el testimonio, porque para llegar al nivel de lograr decir «Solo se que no se nada», ya tienes inmediatamente el derecho concedido para pegarle el puñetazo a la mesa. Como era... ¿Si no es confuso, es contradictorio?

(...)

-Vos no podrías -dijo-. Vos pensás demasiado antes de hacer nada.

-Parto del principio de que la reflexión debe preceder a la acción, bobalina.

-Partís del principio -dijo la Maga-. Qué complicado. Vos sos como un testigo, sos el que va al museo y mira los cuadros. Quiero decir que los cuadros están ahí y vos en el museo, cerca y lejos al mismo tiempo. Yo soy un cuadro, Rocamadour es un cuadro. Etienne es un cuadro, esta pieza es un cuadro. Vos creés que estás en esta pieza pero no estás. Vos estás mirando la pieza, no estás en la pieza.

Este fue tema de discucion hace poco. ¿Es la maga una depresiva? mmm... ¿Lo es Horacio? puff.. Y TANTO!, que se lo digo yo! Llegamos a la conclusión de que la maga vive en el presente constantemente y por eso no llega a deprimirse (Tiene hambre y justo pasa en frente de su restaurant favorito, sale y se encuentra con Horacio, con quien se queria encontrar, estan pasando por el cine y justo en 5 minutos empieza la pelicula que tanto querian ver y tienen el dinero exacto para verla... Eso es presente, eso es felicidad). Pero tiene Horacio a su lado, quien seguramente no puede definir la palabra presente, quien vive constantemente entre el pasado y el futuro, contagiando a la maga, haciendola infeliz... ¿Mis palabras tienen algo de sentido?

(...)

-Sí, querida -dijo Oliveira, pensando que en el fondo la Maga había embocado el verdadero santo. Feliz de ella que podía creer sin ver, que formaba cuerpo con la duración, el continuo de la vida. Feliz de ella que estaba dentro de la pieza, que tenía derecho de ciudad en todo lo que tocaba y convivía, pez río abajo, hoja en el árbol, nube en el cielo, imagen en el poema. Pez, hoja, nube, imagen: exactamente eso, a menos que...

Presente, simple presente. Que feliz que es la maga, la maga Lucia.


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1 comment(s):

lindo lindo capitulo, y q lindo blog para leer, niña.
saludos argentinus

By Blogger Selfish Fish, at 8:18 p. m.  

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